El aceite de cáñamo es un aceite no graso y ligero, por lo que penetra con facilidad y su aplicación sobre la piel tiene una absorción rápida.
Es un emoliente y tiene propiedades hidratantes y rejuvenecedoras en la piel. Además, no tapona los poros por lo que humecta sin crear una capa superficial, permitiendo así las funciones fisiológicas naturales de la piel.
Se trata del aceite que aporta el mayor contenido de ácidos grasos esenciales poliinsaturados que cualquier otra planta y aceite vegetal. Estos aceites se conocen por su efecto de hidratación duradera sobre la piel. Contiene un 50-60% de ácido linoleico, también conocido como Omega 6, que es una sustancia que interviene en el proceso natural de hidratación en la piel. También tiene un 15-20% de ácido linoleico alfa, es decir Omega 3, que tiene propiedades antiinflamatorias que consiguen calmar cualquier irritación en la piel.
Todos estos ácidos grasos desempeñan un importante papel en la barrera natural de la piel y son esenciales para que se mantenga sana y con vitalidad. Estas sustancias son capaces de regenerar el tejido cutáneo.
Además, tiene un alto contenido de vitamina E, un potente antioxidante natural. Gracias a esto, proporciona protección a la piel ante la acción de los radicales libres, los agentes dañinos que provocan el envejecimiento prematuro de la piel a causa de la radiación solar o la contaminación. Aporta una leve protección UV y ayuda a prevenir el daño y las enfermedades relacionadas con la exposición directa al sol.
Gracias a su acción profundamente hidratante y antioxidante, revitaliza totalmente la piel consiguiendo suavizar las arrugas y líneas de expresión.
En definitiva, sus beneficios son:
- Nutrición y equilibrio
- Regenerador celular
- Revitaliza la piel
- Hidrata en profundidad
- Poder protector y antioxidante
- Calva y alivia irritaciones
- Efecto rejuvenecedor y antiarrugas
Debido a todas estos beneficios de nutrición, hidratación y protección se puede utilizar prácticamente a diario y también se recomienda para pieles irritadas o sensibles, con dermatitis, eccema y psoriasis por sus propiedades de calma y alivio.