En la medicina estética los tratamientos con ácido hialurónico buscan, en general, mejorar el aspecto de la piel, corregir y prevenir el envejecimiento cutáneo. Por ejemplo, es el caso de la mesoterapia facial con ácido hialurónico, que ayuda a mejorar el aspecto de la piel. Tratamientos como los rellenos faciales, en cambio, están destinados a compensar la pérdida de volumen y relleno de puntos de luz, para lograr la armonización facial, trabajando en los surcos más profundos de la cara, en las zonas donde se encuentren. Por ejemplo, en las cejas, ojeras, pómulos, surcos nasogenianos, labios, mentón y/o en la línea mandibular. El ácido hialurónico no solo se utiliza para tratamientos faciales en medicina estética, sino que también se emplea en rellenos corporales, como por ejemplo en la zona de los glúteos.
Utilizando el ácido hialurónico, tanto en su uso cosmético como en tratamientos de medicina estética como la mesoterapia facial, podemos activar las funciones de las células de la piel para proporcionar mejor textura, luminosidad, elasticidad e hidratación facial.
Para diferenciar los usos que se le da al ácido hialurónico en la medicina estética, primero debemos diferenciar los tipos de ácidos que hay. Principalmente, hay dos tipos de ácidos hialurónicos: ácido hialurónico reticulado y el no reticulado. Estos dos tipos se usan para conseguir resultados distintos.
El ácido hialurónico reticulado se usa como producto de relleno en algunas zonas del cuerpo para dar volumen. Tiene una gran consistencia y rigidez por lo que tiene una mayor perdurabilidad en el tiempo. Tiene una gran capacidad para retener el agua. Los usos más comunes del ácido hialurónico reticulado son:
- Aumento o perfilado de labios y mentón.
- Relleno de ojeras, cejas.
- Rellenar surcos profundos.
- Aumentar pómulos.
- Rellenos en la línea mandibular.
En cambio, el ácido hialurónico no reticulado se aplica en mesoterapia facial y es un ácido más ligero, no aporta volumen pero sí una hidratación profunda. El ácido no reticulado, al tener menos densidad, tiene menor durabilidad en el tiempo. Tiene mayor capacidad para retener el agua y aportar hidratación, ya que llega a las capas más internas de la piel. Los usos más comunes del ácido hialurónico no reticulado son:
- Disminuir las líneas de expresión facial.
- Disimular las ojeras
- Rejuvenecimiento e hidratación.
- Infiltraciones articulares.