El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano, se produce en nuestras células y forma parte de muchos de nuestros órganos. En la piel, encontramos importantes concentraciones de esta sustancia y cumple distintas funciones.
Aparte de su presencia de forma natural en el cuerpo, también tiene usos médicos que, según la patología a tratar o donde se aplique, consigue diferentes beneficios. Por ejemplo, se utiliza en cosmética y medicina estética pero también se utiliza frecuentemente en diferentes tratamientos y terapias de otras ramas de la medicina como la traumatología o la oftalmología.
¿Qué propiedades tiene el ácido hialurónico?
Los beneficios que aporta el ácido hialurónico al cuerpo de forma natural son muchos. Una de sus propiedades más importantes es su gran capacidad de atraer y retener el agua, consiguiendo mejorar de forma considerable los niveles de hidratación en los tejidos y, de este modo, permitir que estos se mantengan en buen estado. Al conseguir retener más agua e hidratar profundamente los tejidos, reduce considerablemente las arrugas gracias a que recupera el volumen que se ha perdido bajo la piel generando surcos.
Otro beneficio que aporta es su capacidad de afectar a los fibroplastos de la piel y de estimular la producción de colágeno. Actúa como soporte de la piel, recupera volumen perdido, suaviza arrugas y mejora el aspecto. De este modo consigue un potente efecto antienvejecimiento y es por eso que se ha convertido en uno de los ingredientes estrella en la cosmética.
Aunque nuestro cuerpo genere esta sustancia de forma natural, con el paso del tiempo y el envejecimiento celular, su presencia el organismo y su producción van disminuyendo de forma progresiva. Como consecuencia de esto, la dermis pierde capacidad de retener agua, empeora la hidratación, el volumen y la elasticidad provocando que la piel se vuelva más flácida y comiencen a aparecer las arrugas.