Alopecia areata
La alopecia areata se caracteriza por una pérdida de cabello en zonas localizadas de la cabeza y del cuerpo, dando lugar a calvicies. Tiene un origen autoinmune y se desconocen las causas por las que se produce, pero existen diversas situaciones que contribuyen a su aparición como por ejemplo el factor genético, estrés, infecciones o factores medioambientales. La razón por la que ocurre este tipo de alopecia es por la pérdida del privilegio inmune del pelo.
Esta enfermedad suele aparecer entre los 20 y los 50 años, y su grado de pérdida depende de cada paciente, la caída del cabello puede producirse en cuestión de días o en varios meses.
Los principales tratamientos para luchar contra la alopecia areata son diversos:
Tratamiento medicamentoso: consiste en la toma de medicamentos acordes a la situación del paciente para frenar la acividad de la enfermedad y estimular el crecimiento del cabello.
Mesoterapia capilar. Consiste en la inyección de sustancias específicas para estabilizar dicha patología.
Efluvio telógeno
Efluvio telógeno es un tipo de alopecia muy frecuente, consistente en la pérdida de una gran cantidad de cabello. Suele aparecer en otoño, primavera y en algunas etapas por las que suele pasar las mujeres, como un posparto, algún problema grave de salud, o niveles de estrés extremos.
Algunas de estas circunstancias puede afectar al ciclo de los folículos, debilitándolos y generando una pérdida de densidad en el cabello.
Hay dos tipos de efluvio telógeno: aguda y crónica. La aguda se refiere a la pérdida temporal del cabello, se da por un tiempo limitado, es reversible; y suele darse en mujeres jóvenes. Por otro lado, está la alopecia crónica, en la cual la duración de la caída del cabello se alarga en el tiempo alcanzando hasta 6 meses. Este tipo de alopecia también es frecuente en mujeres jóvenes, pero se suele ver más en edades más avanzadas.
En este caso, los tratamientos más adecuados para frenar la caída del cabello son los siguientes:
Mesoterapia capilar. Microinyecciones aplicables por el cuero cabelludo que actúan directamente sobre el folículo. Frena la caída y aporta densidad al pelo.
Láser Fotona. El láser favorece el flujo sanguíneo y nutre a los folículos del cuero cabelludo, aportando una mayor vitalidad y densidad.