Esto es totalmente normal, y es que el ritmo de vida frenético que llevamos hace que dejemos nuestros cuidados en un segundo plano y que nos centremos en la productividad del día a día, apartando nuestra autoestima.
Sin embargo, de vez en cuando tenemos que poner freno y dedicarnos tiempo a nosotros mismos.
El amor propio es sacar un ratito después del trabajo y poner esa canción que nos reactiva, regalarnos esa palmera de chocolate que nos da remordimientos solo de pensar en ella, preparar un baño de espuma con sales aromáticas o dar el paso y autorregalarnos ese tratamiento de belleza que llevamos tanto tiempo con ganas de hacernos. Te mereces un ratito de AMOR PROPIO y autocuidado y por eso queremos invitarte a invertir en ti, y hacer aquello que te gusta, sentirte bien y disfrutar de tu propia compañía.
Cuidarse a uno mismo es muy importante, ya que solo así se consigue una autoestima fuerte y sana. Si nos queremos a nosotros mismos la vida es mucho más fácil. Querernos y aceptarnos tal y como somos también aporta gran cantidad de beneficios al cuerpo humano. Una persona con una autoestima bien trabajada es capaz de tomar decisiones por sí misma, ponerse como primera opción y ser benévola.
Aquellas personas que se quieren a sí mismos sacan un rato para cuidarse, porque saben que ellos son lo primero y están más motivados para hacer cosas por lo que su salud tanto física como mental se benefician porque están en constante movimiento. Un cuerpo sin autoestima pierde la ilusión, se vuelve perezoso y deja de moverse y de hacer cualquier tipo de ejercicio, lo que afecta a la salud y a la calidad de nuestro sueño, piel, y todo nuestro cuerpo en general.
Quererte es el primer paso para estar guapo y qué mejor que dedicarte un ratito al día para recordarte lo importante que eres.