El ácido hialurónico es una biomolécula que se encuentra en los seres vivos, principalmente en la cresta de los gallos, las aletas de los tiburones, en el cordón umbilical, pero, también puede obtenerse por fermentación bacteriana.
En las personas el ácido hialurónico se encuentra en las articulaciones, los cartílagos y la piel. Con el paso de los años, se va perdiendo una gran cantidad de este componente en el cuerpo, con las consecuencias que acarrea. Gracias a los avances, es posible recomponerlo, ya sea con productos cosméticos o de manera inyectable en las zonas que sean necesarias.
La aparición de las arrugas y los signos de envejecimiento puede influir a muchas personas de manera negativa. Puede afectar a la autoestima y perder la positividad de lo que ve cada día en el espejo. Por suerte, hay muchos avances y muchas posibilidades de poder atajar el problema. Sentirse bien con uno mismo es algo primordial para la vida.
El envejecimiento se puede combatir con cremas y productos de cosmética, inyectables con ingredientes para contrarrestar los signos de la edad.
Aunque el ácido hialurónico aporta infinidad de beneficios a la piel, hay que tener en cuenta que en algunas ocasiones puede generar efectos secundarios, sobre todo por una mala aplicación.