Segunda Fase. La intervención de lifting facial
Una vez se decide realizar la intervención del lifting facial, hay que saber que la duración de la cirugía puede tardar desde una a tres horas, en función de la amplitud de la zona a tratar. La anestesia que se usa durante la intervención es local con sedación.
Durante la operación, el cirujano efectúa una incisión mínima en el borde anterior de la oreja, respetando la forma de la misma y en el cuero cabelludo, sobre la línea del cabello, para resituar la piel y las capas de tejido que se encuentran debajo; adaptándolas sin tensión al contorno del rostro.
Se extrae la piel sobrante y se suturan las incisiones con puntos. De este modo se eliminan los signos del envejecimiento. La cicatriz de la cirugía quedará camuflada y no será visible.
Normalmente, el lifting se localiza en la mitad inferior de la cara y en el cuello, pero puede variar las necesidades de cada paciente. En muchos casos, es recomendable complementar el lifting facial con otras cirugías como la blefaroplastia. En la consulta, el cirujano estudiará las características de tu rostro y recomendará el procedimiento más adecuado para cada persona.
Una vez terminada la cirugía, el paciente sale del quirófano con vendajes en la cabeza y un sistema de drenaje. El lifting facial requiere de una noche de hospitalización, recibiendo al alta al día siguiente.
El lifting facial es una de las cirugías estéticas más complejas que se realiza de forma habitual sin entrañar riesgos ni efectos secundarios. Consiguiendo resultados muy naturales sin la cicatriz visible.