Hay casos en los cuales no es necesaria una cirugía para mejorar, refinar y armonizar la nariz, estos casos corresponden a aquellos en los que la punta está caída y el dorso presenta alguna pequeña giba. También llamada rinoplastia no quirúrgica, su principal ventaja es la corrección de deformidades sin riesgo anestésico y sin tiempo de recuperación postquirúrgico.
Normalmente, el tratamiento está indicado para aquellas personas que presentan asimetría externas e irregularidades leves en el contorno de la nariz, personas interesadas en técnicas menos invasivas e incluso, para personas que se han sometido a una rinoplastia quirúrgica sin el resultado esperado.
La rinomodelación no debe aplicarse en personas menores de edad, ya que aún no está totalmente desarrollada la formación de la nariz y tampoco se aconseja realizarlo en personas con trastornos de coagulación.